miércoles, 21 de febrero de 2007

Poesía Brasileña del siglo XX

Como Ana parece que sigue teniendo algun problema para acceder al blog, recojo su comentario a uno de los artículos, donde se contiene una buena entrada sobre Poesía Brasileña del Siglo XX y la añado como entrada. Gracias, Ana.

Poesía Brasileña del siglo XX.
Lêdo Ivo
(1924)
LOS POBRES EN LA CENTRAL DE AUTOBUSES
Los pobres viajan, en la central de autobuses
levantan los cuellos como gansos para mirar
los letreros del autobús. Sus miradas
son de quien teme perder alguna cosa:
la valija que guarda un radio de pilas y una chaqueta
que tiene el color del frío en un día sin sueños,
el sandwich de mortadela en el fondo de la bolsa,
el sol del suburbio y polvo más allá de los viaductos.
Entre el rumor de los altoparlantes y el acelerar del autobús
temen perder su propio viaje
oculto en la niebla de los horarios.
Los que dormitan en los asientos despiertan asustados,
aunque las pesadillas sean privilegio
de los que abastecen los oídos y el tedio de los psicoanalistas
en consultorios asépticos como el algodón que tapa la nariz de los muertos.
En las filas los pobres asumen un aire grave
que une temor, impaciencia y sumisión.
¡Qué grotescos los pobres! ¡Y cómo sus olores
incomodan a pesar de la distancia!
No tienen la noción de las conveniencias, no se saben comportarse.
El dedo sucio de nicotina restriega el ojo irritado
que del sueño retuvo apenas la legaña.
Del seno caído y dilatado escurre un hilillo de leche
hacia la pequeña boca habituada al llanto.
En la plataforma van y vienen, corren, aseguran maletas y paquetes,
hacen preguntas inconvenientes en las ventanillas, susurran palabras misteriosas
y contemplan las portadas de las revistas con el aire de espanto
de quien no sabe el camino del salón de la vida.
¿Por qué ese ir y venir? Y esas ropas extravagantes,
esos amarillos de aceite de palmera que duelen a la vista delicada
del viajante obligado a soportar tantos olores incómodos.
¿Y esos rojos contundentes de feria y parque de diversiones?
Los pobres no saben viajar ni vestirse.
Tampoco saben vivir: no tienen noción del bienestar
aunque algunos poseen hasta televisión.
La verdad es que los pobres no saben ni morir.
(Tienen casi siempre una muerte fea y poco elegante).
En cualquier lugar del mundo incomodan,
viajeros inoportunos que ocupan nuestros lugares aunque viajemos sentados y
ellos de pie.

Lêdo Ivo. Poeta, romancista y ensayista. Nació en Maceió, Alagoas, Brasil, en 1924. Se forma literariamente en Recife, trasladándose en 1943 a Río de Janeiro, donde continúa su actividad periodística iniciada en la provincia. Aunque estudió derecho en la Universidad de Brasil, no ejerció nunca la abogacía. En 1944 publicó As Imaginacoes, su primer libro de poemas, al que le siguieron: Ode e elegia, Acontecimento do Soneto, Ode ao crepúsculo, Cantico, Linguagem, Um brasileiro em Paris, Magias, Estacao central, Finisterra, O soldado raso, A noite misteriosa, Calabar, Mar oceano, Crepúsculo civil y Curral de peixe.

Ana

Esta es la página de donde extraje esta preciosa poesía.

http://autordelasemana.uchile.cl/poesiabrasil/index.html

Ana

2 comentarios:

ESPIRAL ALUMNOS-PROFESORES dijo...

Gracias Roberto,
como bien dices continúo teniendo problemas para publicar una entrada en el blog... Perdoar-me
Ana

SALOMÓN BORRASCA dijo...

CUANDO TU TE VAYAS

Cuando tu te vayas
quizá en el verano
allá en la distancia
morirá el ocaso.
Si te vas me matas
el invierno es largo,
desde la ventana
te alzaré los brazos.

SALOMÓN BORRASCA